La aerolínea brasileña, que presentó una solicitud de reestructuración financiera en EE.UU., acusó a su rival de intentar perturbar las renegociaciones con sus arrendadores de aviones.
Días después de que Gol Linhas Aéreas presentara su solicitud de reestructuración financiera ante el Tribunal de Quiebras de Estados Unidos, el llamado Capítulo 11, su rival LATAM Airlines habría enviado cartas a algunos de los arrendadores de la aerolínea brasileña ofreciendo arrendar hasta 25 Boeing 737.
La situación fue denunciada por los abogados de Gol ante la Corte estadounidense, pero sin que se presentaran pruebas.
Según ellos, LATAM mostró interés en discutir un posible arrendamiento de entre 20 y 25 aviones 737. Sin embargo, la aerolínea chilena, que tiene gran presencia en Brasil, no es operadora del modelo sino de la familia Airbus A320.
La medida fue considerada una forma de dificultar las negociaciones de Gol con sus acreedores, especialmente los arrendadores, que poseen 139 de los 141 aviones de su flota.
Según el Aviation Working Group, que representa a los arrendadores de aviones, Gol tiene hasta el 24 de febrero para llegar a un acuerdo, de lo contrario los propietarios de los Boeing 737 podrán recuperarlos y negociarlos con otros clientes.
La fecha equivale a 30 días después de iniciar la reestructuración financiera, siguiendo lo establecido por el Convenio de Ciudad del Cabo.
La legislación de quiebras de Estados Unidos, sin embargo, otorga un período más largo de seis meses después de presentar la solicitud de recuperación financiera.
Ante medios brasileños, LATAM afirmó que “está en contacto permanente con todos los stakeholders relevantes de la flota (arrendadores y proveedores de equipos y mantenimiento) como parte de su negocio”.
La fecha equivale a 30 días después de iniciar la reestructuración financiera, siguiendo lo establecido por el Convenio de Ciudad del Cabo.
La legislación de quiebras de Estados Unidos, sin embargo, otorga un período más largo de seis meses después de presentar la solicitud de recuperación financiera.
Ante medios brasileños, LATAM afirmó que “está en contacto permanente con todos los stakeholders relevantes de la flota (arrendadores y proveedores de equipos y mantenimiento) como parte de su negocio”.
Azul, LATAM y Gol en choque
Medidas agresivas como ésta no han sido infrecuentes entre las principales aerolíneas brasileñas. En marzo de 2019, Azul Linhas Aéreas llegó a un acuerdo con Avianca Brasil (OceanAir) para adquirir parte de la empresa, que atravesaba una crisis financiera.
Semanas después, Gol y LATAM también entraron en la disputa y el impasse terminó llevando a Avianca a la quiebra, abriendo un enorme hueco en el mercado brasileño.
Durante el período en el que estuvo bajo el Capítulo 11, LATAM fue objeto de un intento de compra de la división brasileña por parte de Azul. La oferta fue rechazada por el grupo chileno, que logró renegociar sus deudas con los acreedores sin renunciar al control de la empresa.
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Propietario de una cuota del 38% de los viajes aéreos en Brasil, Gol ha visto cómo sus acciones se derritían día tras día, con la aparición de datos más pesimistas de lo que esperaba el mercado.
En sólo un mes, el valor de mercado de la aerolínea se desplomó un 66%.